Dicen, los que saben, que el que vuela un Tomahawk puede volar lo que sea, dado que está dentro del grupo de los aviones de instrucción más completos que existe, y a la vez requiere lo mejor del piloto, sin arreglar nada por su cuenta. Es tal la cosa, que en la jerga de los alumnos, alrededor del mundo, el pajarito adoptó el nombre de "Trauma-Hawk".
A este biplaza, doble comando, lo puedes encontrar aquí en Santiago del Estero; sí, en el AeroClub local, atrás del Aeropuerto. Te dejo una fotito para que lo veas; es el que está en primer plano. Tuve la oportunidad de subirme... en tierra, aclaro... cuando visité la escuela de pilotos privados. Creo que eso es lo que llaman "amor a primera vista".
Mi trauma aún no es subir (aunque es un trauma que pienso afrontar algún día). Mi verdadero complejo es el convertir un sueño en realidad.
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